¿Por qué los payasos nos dan tanto miedo?
- Un experto explica por qué te asustan los payasos espeluznantes y otras figuras terroríficas
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Por Gwynne Watkins
Vulture
El terror es un género que se reinventa constantemente, sin embargo, ciertas imágenes permanecen en su sitio por décadas. La muñeca poseída por un demonio en El Conjuro y su precuela Annabelle, es parte de un panteón de muñecos de miedo que incluye a Chucky (1988); a Talky Tina, de The Twilight Zone (1963), y a Hugo, el muñeco del ventrílocuo en Dead of Night (1945).
Las máscaras raras utilizadas por los asesinos en The Purge y en You're Next tienen su origen en los villanos de clásicos de terror de Universal como El Fantasma de la Ópera (1925) y El Hombre Invisible (1933). Y también está la larga tradición de payasos aterradores - como Pennywise, de Eso. ¿Entonces, qué es lo que hay con estas imágenes que son tan espeluznantes ahora como lo fueron para nuestros bisabuelos?
Claramente hay algo de psicología profunda en juego. Vulture llamó al psiquiatra de la Escuela de Medicina de Harvard y fan de las películas de terror, Steven Schlozman —quien da cátedra en la Licenciatura de Psicología del Terror—, para averiguar por qué ciertas cosas permanecen aterrorizantes.
Empecemos con algo que siempre ha sido un elemento básico en las películas de terror: rostros alterados por deformidades, mutaciones o máscaras espeluznantes. ¿Por qué son tan inquietantes?
Hay un aspecto del miedo que Freud llamó inicialmente 'lo siniestro'. Que es cuando algo es lo suficientemente familiar para ser identificable, pero lo suficientemente extraño para dar escalofríos. 'Lo siniestro' explica muchas de las figuras de terror en las que miras algo, pero no es del todo correcto —como un rostro humano que está en descomposición—.
Es identificable, pero alejado de lo normal lo suficiente como para asustarte. En mis conferencias voy a mostrar unas diapositivas de un Beagle y tengo una serie de fotografías alteradas con Photoshop en las que voy cambiando los ojos del Beagle que se vuelve cada vez más escalofriante, porque identificas que algo no está bien, pero te toma un segundo ubicarlo.
¿Qué me dices de los circos y los payasos? ¿Por qué son tan inquietantes?
Eso es lo siniestro trabajando, pero hay algo más en ello. Los payasos, por definición, se supone que te hacen reír, pero en el fondo está el temor de que no lo harán y todos tenemos, en el fondo de nuestra mente, el temor de que no podremos realizar aquello para lo que fuimos diseñados.
De hecho, en la Edad Media los payasos que no hacían reír al rey pagaban un precio bastante elevado. Una gran cantidad de bufones fueron mutilados para que pudieran sonreír todo el tiempo. Les cortaban los músculos de la boca que les permitía fruncir el ceño.
Eso es, probablemente, la imagen de terror más espeluznante de todas: sonrisas antinaturales.
Acabo de ver Magic, con Anthony Hopkins, la película de la marioneta, que no había visto en mucho tiempo, y cuando ese muñeco del ventrílocuo tiene esta mueca espeluznante retorcida, es aterrador. Una vez más, identificas la sonrisa, tu cerebro registra que son en gran medida algo bueno, sin embargo no puedes sonreír todo el tiempo, porque si lo haces, algo no está bien.
Como cuando Tony Soprano sonríe todo el tiempo, significa que eso es muy malo para la persona con quien está hablando. Así que creo que es similar con los payasos, que tomamos señales del comportamiento de las personas, pero si no hay un cambio en la forma de mirar o en la forma de actuar —piensa en la cara de Javier Bardem en No Country for Old Men— eso lo hace muy espeluznante.
Pennywise, el payaso de la película Eso (It, 1990) (www.the-line-up.com)
¿Qué hay de las figuras que están generalmente fuera de nuestra experiencia, como sangre que gotea de las paredes o gritos desde el sótano?
Esas imágenes son una especie de 'revelaciones' con las que sabes, sin ninguna duda, que esto no va a terminar bien. Tal es el caso de The Blair Witch Project, cuando encuentran dientes humanos colgando de los árboles: Entre las cosas que esto podría significar, ninguna de ellas es buena.
Eso es lo contrario de lo siniestro. Lo siniestro es cuando el reconocimiento de patrones 'sale por la ventana', una vez que tienes los ejemplos suficientes como para saber que los dientes deben estar en la boca y no colgando de los árboles. Así que estás a salvo si asumes que algo malo va a suceder muy probablemente.
"Las llamadas vienen del interior de la casa", es otra imagen similar. Ese es el momento en el que unes todas las piezas: Estas llamadas extrañas ahora tienen sentido en la peor manera posible.
¿Qué hay de las imágenes circunstanciales, como cuando estás perdido en el bosque?
Esta situación nos plantea cuestiones éticas muy interesantes. ¿Como el hecho de dejar de ayudar a alguien, incluso si eres consciente de que pone tu propia vida en riesgo? A las películas de terror les encanta jugar con esas ideas.
Todos esos niños en las cabañas del bosque están ahí para eso. También la impotencia que está presente en una gran cantidad de películas de terror. Las bocas cerradas y cosidas es un clásico —necesitas gritar, pero no puedes. Esto es llevado a un nuevo y tremendo nivel en películas como The Human Centipede—.
¿Por qué los hospitales psiquiátricos y manicomios son un elemento básico del terror?
Los hospitales psiquiátricos asustan a la gente por dos razones. Uno es que tenemos miedo de lo que vemos en nosotros mismos. La gente a menudo me dice, cuando justifican que no les gusta estudiar Psiquiatría: "No me gusta porque simplemente no la entiendo". Yo les diré: "De hecho es la materia más cercana a ti de todas las que puedas tener. Es por eso que creo que no te gusta".
No te puedes imaginar teniendo un ataque al corazón, pero sí te podrías imaginar enfermo de depresión o algo así. Entonces, es la idea de ver a gente que es muy parecida a ti en condiciones terribles. En segundo lugar, hay buena parte de ficción, pero basada en la realidad, la noción de que una vez que estás en un hospital psiquiátrico no tienes derechos. Que te quiten tu libertad todavía tiene esa fuerte repercusión.
Definitivamente hay algo relacionado con la infancia en las películas de terror. ¿Qué es lo que pasa ahí?
Una gran cantidad de terror es sobre la inocencia perdida. Si observas las historias de Stephen King, muchas de ellas son sobre niños que actúan como mayores de edad, o adultos que tienen que resolver algo a lo que se enfrentaron por primera vez cuando todavía tenían su inocencia.
Por eso a veces se representa a los niños como una especie de enjambre, como en Chidren of the Corn. Esto fue lo que molestó a los críticos en la primera película de George Romero, Night of the Living Dead. Las personas toleraron hasta cuando la niña apuñala a su madre, pero después, pierden los estribos. La gente se salió de la sala, gritaba, lo llamaron subversivo, pensaron que era peligroso.
¿Y qué hay de los siempre populares zombies?
Lo que a la gente le da miedo de los muertos vivientes no es un muerto vivo, para nada, sino la forma en que todo mundo responde entre ellos cuando los muertos vivos están alrededor. Ahí es donde está el dinero en estas películas. Eso es lo que hace a The Walking Dead terrorífico: Los zombies son solo grandes recipientes vacíos y no podemos tolerar algo que no va a preocuparse por nosotros, sobre todo si va a matarnos. Eso nos vuelve locos. Por lo tanto nos 'encendemos' el uno al otro.
Vamos a terminar con las imágenes de miedo cristianas. ¿De dónde viene este temor? Últimamente ha habido una gran cantidad de películas sobre exorcismo.
También hay una racha de apariciones de sacerdotes góticos-sureños de carpa en el cine y la televisión, como en True Detective y Justified. La idolatría siempre da miedo —intensa, inquebrantable incluso hacia la ausencia de una pequeña pregunta—. Una cosa es decir: "Yo creo porque tengo fe". Estoy de acuerdo, yo mismo tengo fe. Pero otra cosa muy distinta es decir: "No aceptaré ningún otro punto de vista". Una vez que has dicho eso, y si la actividad en la que participas forzosamente pone a los demás en peligro, estás en problemas.
(lynncinnamon.com)
Artículo original
http://www.vulture.com/2014/10/expert-explains-why-youre-scared-of-clowns.html
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