Michelle Obama, la candidata ideal que no pudo ser

  • En una campaña en la que nadie salió fortalecido, la futura ex primera dama hizo soñar a muchos mientras estaban despiertos
Michelle Obama, durante su discurso memorable del 13 de octubre de 2016 (hillaryclinton.com).

Por Violaine Morin
Le Monde

Después del tercer debate presidencial de Estados Unidos, Hillary Clinton, esperan sus defensores, finalmente se distanció de Donald Trump. Pero se mantendrá en la sombra de otra mujer que dominó una campaña en la que nadie salió fortalecido: la futura ex primera dama, Michelle Obama.

En una reunión de apoyo para la candidata demócrata, el pasado 13 de octubre, una vez más pronunció un discurso que detonó por su sinceridad, su emoción, su tono, dominado a la perfección. Las palabras que ella utilizó para condenar los comentarios obscenos de Donald Trump hacia las mujeres tocaron al público y a la prensa. 

El "discurso más potente de la campaña", según The Nation; "notable", publicó el Washington Post. Incluso en el campo contrario, el colérico conservador, Glenn Beck, elogió el discurso político: "El más completo [...] desde Ronald Reagan".

Es una nueva piedra en la construcción de una Michelle Obama que encarna "la candidata que no hemos tenido", la anti-Hillary Clinton, cálida, sincera, lejos de las maniobras y los cálculos políticos. 

El adiós de Barack Obama después de dos mandatos será también el de su esposa. Si las despedidas del marido están sujetas a interpretaciones políticas, las de Michelle Obama tomarán la forma de "agradecimientos", como los cuatro textos escritos por mujeres, entre ellas la escritora nigeriana, Chimamanda Ngozi Adichie, en la revista del The New York Times

Liberación que ha encontrado otro agradecimiento, el de la cantante Joan Baez, que, dado el número de 'Compartido' que tiene su mensaje en Facebook, parece hablar por muchos estadounidenses.
"Al ver su cara, escuchar sus palabras, vi mis propias heridas, mi propio miedo, mis propias lágrimas en los ojos".

ELEVA EL DEBATE
¿Cómo explicar que, después de ocho años, Michelle Obama es la única habitante de la Casa Blanca que sale con un capital político intacto? ¿Qué es su 'no sé qué' que los demás no tienen? 

En primer lugar, ella fue capaz de distanciarse de esta campaña particularmente sucia, a pesar de su apoyo abierto a Hillary Clinton en la convención demócrata en julio, con un discurso ya de por sí notable, e intensificó sus apariciones desde el final del verano.

No obstante, eligió el momento de la "frase excesiva" de Donald Trump para entrar en la arena. Ella llega a encarnar algo más grande que simplemente hacer un equilibrio con su marido, dice Frank Bruni, columnista del The New York Times

Lo que ella acaba defendiendo en el discurso del 13 de octubre es, en primer lugar, "su dignidad como mujer. La dignidad de todas las mujeres". Unos días después del segundo debate, marcado por los ataques personales de los dos candidatos, Michelle Obama dio la sensación de "elevar el debate", recordó los valores nobles en un país cuya bajeza consterna a todo el mundo.

Entonces, no ha ejercido el poder, a diferencia de Hillary Clinton, que fue secretaria de Estado y una primera dama altamente politizada en los dos periodos de Bill Clinton (1993-2001). Su imagen no se ve empañada por los compromisos de la política o las acusaciones de simulación y mentira que pesan sobre la candidata demócrata.

Cuando Donald Trump dice tener el discurso de la verdad, lejos de la simulación de las élites Michelle encarna la diferencia entre la sinceridad y la vulgaridad

METÁFORA DE LA CIVILIDAD PERDIDA
Sigue siendo la que tiene "el lujo de no ser un político", que no ha lidiado con la ira de los votantes decepcionados. "¿Quieres un alto índice de popularidad? Deja tu cargo de elección popular o evita entrar desde el principio", dice Frank Bruni. 

Algunos detalles: Michelle Obama, a pesar de que nunca ha sido elegida por elección popular, ya participa en proyectos que se han independizado, como su campaña contra la obesidad en 2010, que no habían hecho un llamamiento a los republicanos.

Esta no puede ser la única razón de su popularidad. En 2014, durante el segundo mandato de su marido, el Centro de Investigación Pew reveló que la popularidad de Michelle Obama era mucho mayor en promedio que el de sus predecesoras Laura Bush y... Hillary Clinton. 

Frank Bruni añade que, cuando Donald Trump dice tener el discurso de la verdad, lejos de la simulación de las élites Michelle encarna la diferencia entre la sinceridad y la vulgaridad.

Ella exuda algo así como "auténtico", cuando su voz tiembla en el momento que recuerda a Donald Trump y su manera de ver a las mujeres como objetos, o cuando tomó de los brazos al ex presidente George Bush en la ceremonia de apertura del Museo de la Cultura y la Historia Afroamericana. Una imagen que se percibe como una "metáfora de la cortesía perdida en el mundo de la política".

SÍNTESIS ENTRE ÉLITE Y CULTURA POPULAR
La popularidad de Michelle Obama es también el resultado de la síntesis exitosa, poco frecuente en la élite política de Estados Unidos, entre la función suprema y la cultura pop. Ubicamos a Michelle Obama en la misma categoría que Beyoncé o Rihanna. 

Se presta fácilmente a este nuevo entretenimiento nacional conocido como carpool karaoke, al lado del presentador inglés James Corden, sin importar si haya cantado o no, Single Ladies, de Beyoncé.

Michelle Obama se va de vacaciones al programa de Oprah Winfrey, lo que le valió para ser la heroína de la canción Bo$$ del grupo Fifth Harmony, que recita: "Michelle Obama, su bolsa repleta de dólares de Oprah". 

Tiene la apariencia y el estilo que la prensa fashionista considera que es el de la "mujer estadounidense total". Una mujer que se viste como quiere y reivindica la elegancia libre y personal, a veces lejos de las vestimentas 'protocolo' de las primeras damas.

La elegancia de Michelle Obama tomó una dirección diferente en la última cena de Estado en la Casa Blanca el 18 de octubre. La pareja presidencial recibió al primer ministro italiano, Matteo Renzi, y a su esposa Agnese Landini. Michelle lució un vestido dorado laminado de la marca italiana Versace. 

¿Un simple guiño a sus invitados? Como lo explica la periodista de The New York Times, Vanessa Friedman, la vestimenta, en este contexto, tiene un fuerte significado simbólico. La elección del dorado y tela de aspecto metálico evocaba la armadura, la fuerza combativa.

El aura de Michelle Obama ha inclinado ya a la primera dama al mundo de la ficción. Southside with You (2016), una película sobre su unión con Barack Obama, en la década de 1970, acaba de ser estrenada en Estados Unidos. La abogada de 52 años, con una imagen intachable después de ocho años de vida política, da la impresión de que podría, después de dejar la Casa Blanca, hacer lo que quiera, excepto convertirse en presidenta. Aunque uno nunca sabe...

Michelle Obama durante la última cena de Estado en la Casa Blanca el 18 de octubre de 2016 (8020fashionsblog.com).

Artículo original
http://www.lemonde.fr/big-browser/article/2016/10/20/michelle-obama-l-impossible-et-ideale-candidate-a-la-maison-blanche_5017550_4832693.html

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