Y sigue el Internet
El idioma español va ganando terreno poco a poco en varios ámbitos, en lo económico, en lo político, en el social, en lo cultural, y sobre todo, en el literario.
El español es la tercera lengua en el mundo sólo por detrás del chino mandarín y el inglés, y eso debería darnos una posición clave dentro del auge globalizador de la actualidad, sin embargo, la falta de una buena estructura en educación que existe en buen parte del mundo hispanohablante, Latinoamérica, parece complicar la competencia con otros idiomas.
Se habla de la importancia en los medios de comunicación por difundir, y defender, el castellano ante la influencia de lenguas extranjeras; se habla del lugar que la diplomacia debe darle a la lengua con la inutilización del inglés para darles paso al español, y por ende a los traductores. Se habla también de una mayor focalización (atención) a temas como la ciencia y la tecnología, para su crecimiento lingüístico.
Creo que además se podría agregar el ámbito del Internet como otra de las metas porque, a pesar de que la presencia del idioma en millones de portales de empresas y/o marcas trasnacionales, que incluyen al español como versión opcional para poder visualizar tal información, hace falta mayor creación de páginas web propias, así como mayor divulgación del idioma en la famosa “mensajería instantánea”, y entre latinos podemos empezar por crear este blindaje.
Para ello y muchas cuestiones más, hay que ser conscientes de que México padece una desventaja ante el resto de los países hispanohablantes, pues la influencia de Estados Unidos es ya una realidad y fenómeno cultural, pero esta herramienta virtual nos presenta ahora la mejor oportunidad, ya que si las estadísticas y pronósticos resultan ciertos, y Estados Unidos tendrá al español como primera lengua para el 2050 y Brasil lo fomenta como principal lengua adoptiva, el panorama resulta alentador, y lo mejor sería que empecemos por aportar nuestro grano de arena.
El español es la tercera lengua en el mundo sólo por detrás del chino mandarín y el inglés, y eso debería darnos una posición clave dentro del auge globalizador de la actualidad, sin embargo, la falta de una buena estructura en educación que existe en buen parte del mundo hispanohablante, Latinoamérica, parece complicar la competencia con otros idiomas.
Se habla de la importancia en los medios de comunicación por difundir, y defender, el castellano ante la influencia de lenguas extranjeras; se habla del lugar que la diplomacia debe darle a la lengua con la inutilización del inglés para darles paso al español, y por ende a los traductores. Se habla también de una mayor focalización (atención) a temas como la ciencia y la tecnología, para su crecimiento lingüístico.
Creo que además se podría agregar el ámbito del Internet como otra de las metas porque, a pesar de que la presencia del idioma en millones de portales de empresas y/o marcas trasnacionales, que incluyen al español como versión opcional para poder visualizar tal información, hace falta mayor creación de páginas web propias, así como mayor divulgación del idioma en la famosa “mensajería instantánea”, y entre latinos podemos empezar por crear este blindaje.
Para ello y muchas cuestiones más, hay que ser conscientes de que México padece una desventaja ante el resto de los países hispanohablantes, pues la influencia de Estados Unidos es ya una realidad y fenómeno cultural, pero esta herramienta virtual nos presenta ahora la mejor oportunidad, ya que si las estadísticas y pronósticos resultan ciertos, y Estados Unidos tendrá al español como primera lengua para el 2050 y Brasil lo fomenta como principal lengua adoptiva, el panorama resulta alentador, y lo mejor sería que empecemos por aportar nuestro grano de arena.
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