Vergonzoso

No bastó la derrota tan bochornosa en el Clásico de Clásicos, ni bastó la humillación del Barcelona de España, tenía que perder también el tercer lugar en el Mundial de Clubes ante el equipo egipcio Al Alhy, y perder así la trayectoria que la Concacaf había ganado desde la instauración para este torneo.
Tal vez era un paso necesario de dar, para que directivos y aficionados se dieran cuenta que ésta es la crisis más aguda que ha vivido el Club América en los últimos diez años, y que ante la internacionalización del futbol mexicano se presenta una buena oportunidad para que el cuadro de Coapa recupere la dignidad.
Porque después de lo que logró el Pachuca en la Copa Sudamericana ante el Colo Colo, nos hacía pensar que el América podía lograr la hazaña, de ganarle al mejor equipo del mundo, claro que ante el Jeobunk Motors de Corea dieron vergüenza ajena, pero si algo tiene el futbol es la facilidad de ilusionarse, y creímos inocentemente que rectificarían el camino para la etapa de semifinales, el resultado fue humillante.
El Barcelona humilló y se burló del América diplomáticamente, con jugadas de fantasía dentro de la cancha, divirtiéndose con el balón y simplemente goleando, además de inflar al rival con declaraciones “de respeto” hacia el representante de Concacaf, que ni siquiera fueron de utilidad ante un equipo que salió derrotado antes de pisar el césped y que tuvo la mirada todo el tiempo hacia abajo.
Eso es lo que nos duele a los seguidores del equipo, la falta de orgullo y de personalidad dentro de la cancha, porque ni siquiera nos fijamos en la nómina tan famosa o los que están viejos o inexpertos.
Por lo menos hay coincidencias de opinión en varios aspectos; el América tiene mucha gente arriba tomando decisiones. No conformes con tener dos directores técnicos, es evidente que la mano de Manuel Lapuente es omnipresente, pues el tipo de futbol que practica el equipo y el concepto del juego es vetusto, totalmente arcaico y desalentador, independientemente de tener una vocación ofensiva o no.
Y por si fuera poco, con el triunfo del Internacional de Porto Alegre las declaraciones de Tena respecto a que al Barcelona nadie le ganaba retumban más, dejando entrever el tipo de mentalidad ganadora que el técnico americanista adoptó, no sólo en el Mundial de Clubes, sino como filosofía de trabajo.
Después de esto, el 90 aniversario queda para el olvido.